No perdamos la perspectiva, claro que hay que trabajar mucho, pero hay que hacerlo en las cosas importantes, saber delegar y querer hacerlo todo uno mismo. Lo primero que el emprendedor tiende a olvidar es al inversor.
Todavía hoy es más sencillo invertir en ladrillo -aunque para ello tenga que estar el precio más bajo posible- que hacerlo en una nueva start-up tecnológica. Hay que primar el cambio y legislar a favor de quienes arriesguen su dinero en inversiones en sec